MADRID, 12 Jun. (EDIZIONES) -
La testosterona está comúnmente asociada al sexo masculino, pero las mujeres también la producen, aunque en mucha menor cantidad. Unos niveles bajos de testosterona en mujeres se asocian a falta de libido, a la pérdida de masa ósea o muscular, o a cambios de humor.
"La testosterona está asociada a la virilidad porque es la hormona responsable del deseo sexual. Además, es necesaria en la producción de los espermatozoides", explica en una entrevista con Infosalus Mariano Rosselló Gayá, andrólogo y experto en medicina sexual, del Instituto de Medicina Sexual, Andrología y Urología (Madrid y Mallorca).
El también miembro del European Board of Sexual Medicine, y master en Andrología de la Universidad Autónoma de Barcelona, destaca que la función más conocida de la testosterona es la de mantener la capacidad sexual del hombre, aunque una de sus principales funciones es la de influir en la producción de espermatozoides.
Además, detalla que esta hormona contribuye a mantener el tono muscular en el hombre, así como una buena densidad ósea, y del mismo modo favorece la producción de glóbulos rojos, o participa en el mantenimiento de funciones cognitivas como la memoria o la atención.
Eso sí, no siempre se gozan de los mismos niveles de testosterona, y ésta disminuye de forma progresiva y natural con la edad, aunque no sucede del mismo modo en todos los hombres.
Según precisa Rosselló, las consecuencias de tener unos niveles bajos de testosterona son diversas: "Puede experimentarse falta de deseo sexual, cansancio, disminución de la energía, decaimiento, o cambios corporales (bajada de la masa muscular)".
El andrólogo llama la atención sobre el hecho de que una persona podría sospechar de que tiene unos niveles bajos de testosterona porque empieza a tener dificultades a la hora de conseguir o mantener una erección. "También porque en un seminograma el conteo de espermatozoides es menor de lo que sería normal. La persona también puede experimentar problemas de concentración, o bien un aumento de la masa grasa", precisa.
LOS NIVELES BAJAN A PARTIR DE LOS 30
El experto del Instituto de Medicina Sexual, Andrología y Urología (Madrid y Mallorca) recuerda que se calcula que los 20 años es la edad en la que se producen los máximos niveles de testosterona. "A partir de ese momento, especialmente a partir de los 30 años, los niveles van reduciéndose de forma muy progresiva. En ciertos hombres, este descenso se hace particularmente evidente y es más acusado a partir de los 40 ó 50 años, experimentando algunos de ellos el llamado 'síndrome de déficit de testosterona'", indica.
Aparte de la edad, Rosselló dice que puede haber otros factores que favorezcan el descenso de los niveles normales de testosterona, tales como el consumo de estupefacientes, efectos secundarios de medicaciones o de tratamientos (como por ejemplo la quimioterapia), problemas hormonales, lesiones o enfermedades testiculares, patologías crónicas como la diabetes tipo 2 o el VIH/Sida, o bien alteraciones genéticas, entre otros. "Los estados de alta ansiedad o de estrés también pueden influir", agrega.
En este sentido, el doctor Rosselló menciona que una de las mejores formas de que los hombres se aseguraren unos correctos niveles de testosterona es a través de la adopción de unos hábitos de vida saludable, que pasan por una alimentación adecuada, realizar ejercicio físico con asiduidad, y evitar el sobrepeso.
"Algunos alimentos que ayudan a mantener los niveles de testosterona son aquellos ricos en zinc, las grasas saludables, o los carbohidratos. Una dieta completa y equilibrada favorece la ingesta de todos los nutrientes que se precisen. Es importante garantizar al organismo las horas de descanso que precise y, en la medida de lo posible, tener control del estrés diario", añade el andrólogo.
Finalmente, el especialista del Instituto de Medicina Sexual, Andrología y Urología (Madrid y Mallorca) sostiene que la adopción de estas estrategias es aconsejable para todos los hombres, sea cual sea su situación, estado de salud, y edad. "Sin embargo, puede ser especialmente urgente para aquellos con tendencia al sobrepeso o la obesidad, o para aquellos que ya cuenten con exceso de peso. La obesidad es uno de los factores que provocan el descenso de la testosterona", agrega.
A su juicio, es importante tener en cuenta que cualquier tratamiento médico y, en concreto, relativo a la función sexual, debe seguirse bajo un estricto control médico, y tras un correcto diagnóstico previo. "Es habitual recibir a pacientes que comentan que han probado tratamientos de venta 'on line' sin control médico, y desde el Instituto de Medicina Sexual queremos recalcar que estas prácticas suponen un riesgo para la salud", advierte el especialista en Medicina Sexual.