MADRID, 19 Abr. (EDIZIONES) -
La prueba del estreptococo del grupo B se realiza habitualmente entre las semanas 35 y 37 de gestación, y antes si hubiera riesgo de parto inminente o ruptura prematura de membranas. "Es tan importante porque su detección y tratamiento permite evitar la transmisión de esta bacteria al recién nacido, ya que mientras en la madre es inocua, en el neonato puede producir una infección como sepsis o meningitis con alta mortalidad".
Así lo asegura la especialista en Obstetricia y Ginecología del Hospital Materno Infantil Quirónsalud Sevilla Alejandra Ramírez Cano, quien recuerda que la transmisión se produce a través del canal de parto, cuando el bebé pasa por él, o en el caso de una rotura de la bolsa amniótica.
En este sentido, la Academia Americana de Pediatría recuerda que esta prueba no conlleva ningún riesgo para la madre, pero tampoco para el feto, y consiste en un sencillo exudado de la vagina y del recto que no debe doler (toma de muestras con un bastoncillo).
"Si su resultado es positivo, eso no significa que tenga una infección. Solo significa que tiene estas bacterias en el cuerpo. El resultado positivo no significa que no esté limpia. No significa que tenga una enfermedad de transmisión sexual. Las bacterias no se contagian por los alimentos, el sexo, el agua, ni nada con lo que pudiera haber entrado en contacto. Si tiene un resultado positivo deberá ir al hospital de inmediato cuando se rompa la fuente o entre en trabajo de parto", añade esta sociedad científica.
Durante la gestación no puede prevenirse, afirma por su parte la especialista de Quirónsalud, y mantiene que la mejor prevención es acudir a Urgencias si hay sospecha de rotura de bolsa amniótica, sobre todo en menos de 37 semanas de gestación, o en caso de conocer la positividad de la prueba.
"Para prevenir la transmisión si en la prueba a la gestante fuera positiva, se administra un antibiótico si hay rotura de bolsa o trabajo de parto. En caso de infección del recién nacido, el tratamiento es con antibióticos", remarca la ginecóloga.
PRIMEROS SÍNTOMAS DE LA INFECCIÓN EN EL BEBÉ
Con ello, recuerda que los primeros síntomas de infección que pueden aparecer en el bebé son por ejemplo la taquicardia fetal o neonatal y la emisión de meconio antes del nacimiento. Posteriormente, la doctora Ramírez señala que puede producir dificultad respiratoria, fiebre, falta de tono muscular, o dificultad para alimentar al bebé, entre otros síntomas.
"Gracias a la realización sistemática de esta prueba a las embarazadas se han reducido mucho las infecciones por Estreptococo agalactiae, por lo que es muy importante realizarla sin excepción", insiste la especialista en Obstetricia y Ginecología del Hospital Materno Infantil Quirónsalud, quien mantiene que esta prueba deberá hacerse cada vez que la mujer esté embarazada.