MADRID, 7 Ago. (EDIZIONES) -
La retención de líquidos o edema consiste en una acumulación de líquidos en el espacio intersticial, fuera de las células y fuera de los vasos sanguíneos. Llegado el calor generalmente nos sentimos más hinchados, como que retenemos más líquidos, ¿por qué?
La doctora Débora Nuevo Ejeda, especialista en Medicina Interna en el Hospital Nuestra Señora del Rosario (Madrid), indica que los principales síntomas de retención de líquidos son el aumento de peso, el incremento del perímetro abdominal y la hinchazón de las piernas, principalmente de los tobillos que típicamente se caracterizan por presentar fóvea.
"Si presionamos la zona edematizada con el dedo, tras retíralo, queda un hundimiento llamado 'fóvea' que permanece desde segundos hasta minutos. También es muy común que se nos ajusten en exceso anillos, pulseras, o la correa del reloj por acumulación de líquidos en dedos o muñecas".
¿Por qué retenemos líquidos? La experta subraya que las causas son muy variables, desde patologías graves como la insuficiencia cardiaca, hepática o renal, a enfermedades vasculares menores o cambios hormonales, o simplemente una alimentación incorrecta.
"El exceso de sal por un mecanismo de ósmosis produce mayor retención de agua y la acumulación de líquidos en el espacio intersticial. La falta de proteínas también produce una extravasación de líquidos desde los vasos al espacio extravascular. Una dieta excesivamente baja en proteínas puede conllevar un aumento de peso a costa de los edemas en miembros inferiores o incluso de ascitis (acumulación de líquido abdominal en el peritoneo)", agrega.
A su vez, menciona que el sedentarismo juega un papel importante igualmente en la retención de líquidos: "Simplemente la contracción de los gemelos al caminar ya facilita el retorno venoso y evita su acumulación en zonas declives. Además, el ejercicio físico favorece la circulación sanguínea a nivel general y el drenaje linfático y renal del exceso de líquidos".
Las mujeres, y especialmente en verano, suelen ser las que más lo padecen. Esto sucede porque las hormonas pueden jugar un rol importante en la retención de líquidos por eso es más común en mujeres, en determinados momentos del ciclo femenino o en el embarazo, según prosigue la especialista del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid.
"En verano los edemas aparecen de forma más evidente por el calor. El aumento de la temperatura produce una vasodilatación general y periférica que favorece la salida de líquidos desde el interior de los vasos", agrega.
Por otro lado, la doctora señala que la acumulación de líquidos en espacios donde habitualmente no debería existir tal cantidad produce un aumento de presión, que evidenciamos cuando comienzan a apretarnos cinturón, calcetines, anillos, por ejemplo, llegando en algunos casos a resultar molesto o incluso doloroso. "La retención de líquidos, además, puede producir una sensación de abotargamiento y cansancio, muy incómoda", agrega la doctora Débora Nuevo Ejeda.
CONSEJOS PARA MEJORAR LA SENSACIÓN QUE NOS PROVOCA
Con todo ello, la especialista en Medicina Interna en el Hospital Nuestra Señora del Rosario (Madrid) enumera una serie de consejos para mejorar esa sensación tan molesta que puede ocasionarnos la retención de líquidos:
1.- Cuidar la alimentación. Vigilar el consumo de sal y de productos salados, como conservas o productos precocinados.
2.- Sorprendentemente mantener una ingesta de agua suficiente, pues el agua es fundamental para mantener el equilibrio hídrico y osmótico del que hemos hablado anteriormente y evitar la extravasación de líquidos además de la eliminación de toxinas por el hígado y el riñón, que perpetúan esta retención.
3.- Aportar a la dieta alimentos de hoja verde que contienen otros lectrolíticos como el potasio, que favorecen el correcto equilibrio entre el sodio, el agua y los diferentes minerales.
4.- Evitar el sobrepeso y el sedentarismo y mantener una vida activa, favoreciendo la circulación venosa y dificultando la formación de edemas. Evitar pasar mucho tiempo sentado, y mantener las piernas elevadas mientras tanto, también pueden evitar la acumulación de líquidos en las piernas.
5.- Acudir a un especialista si la situación se prolonga en le tiempo o se agrava, para descartar problemas renales, cardiacos, hormonales o vasculares.
6.- No auto medicarse con diuréticos ni en forma de medicamentos sin prescripción facultativa ni de herbolario sin supervisión médica. "Hay que investigar la causa, pues en la mayoría de los casos la situación puede remitir o mejorar solo modificando algunos hábitos de vida menos saludables", sentencia la experta del Hospital Nuestra Señora del Rosario.