Los trabajos complejos protegen la memoria

Trabajo, diseño, gafas, café, calculadora
Foto: GETTY//ROBERT CHURCHILL
Actualizado: jueves, 20 noviembre 2014 14:39

MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Dime en qué trabajas y te diré cómo se encuentra tu memoria, ya que una nueva investigación afirma que las personas que desarrollan trabajos complejos, como pueden ser los trabajadores sociales y los abogados, o con datos, como son arquitectos o los diseñadores gráficos, pueden llegar a tener una memoria más duradera y mayores habilidades de pensamiento en comparación con las que desempeñan tareas menos complicadas, como los barrenderos, obreros o camareros.

   Aunque son muchos los factores de los que depende la memoria, "estos resultados sugieren que los entornos de trabajo más estimulantes pueden ayudar a las personas a mantener sus habilidades de pensamiento y que esto podría mantenerse años después de jubilarse", resume el autor del estudio, Alan J. Gow, de la Universidad Heriot-Watt y el Centro para el Envejecimiento Cognitivo y Epidemiología en Edimburgo, Escocia.

   Para el trabajo, publicado en la edición digital de este miércoles de 'Neurology', ha analizado la memoria y las habilidades de pensamiento de 1.066 personas escocesas. Los investigadores estudiaron la memoria, la velocidad de procesamiento y la capacidad de pensamiento en general, además de reunir información sobre los trabajos de los participantes y usar niveles de complejidad de acuerdo con el Diccionario de Títulos Ocupacionales.

   Así, ejemplos de empleos que puntúan mucho por la complejidad del trabajo con la gente son: abogado, trabajador social, cirujano, oficial de libertad condicional, mientras los que tienen bajas calificaciones en este aspecto son trabajador en una fábrica, encuadernador o pintor. Por otra parte, empleos con elevada puntuación por la complejidad de sus tareas son arquitecto, ingeniero civil, diseñador gráfico o músico, mientras los menos complicados son trabajador de la construcción, operador de telefonía o camarero.

   Los investigadores también contaron con puntuaciones de coeficiente intelectual (CI) de pruebas realizadas cuando los participantes tenían 11 años de edad. El estudio encontró que los que poseían puestos de trabajo con mayores niveles de complejidad con los datos y las personas, como la gestión y la enseñanza, presentaban mejores puntuaciones en pruebas de memoria y de pensamiento.

   Los resultados de la investigación siguieron siendo los mismos después de considerar el CI a los 11 años, los años de educación y la falta de recursos en el entorno de la persona, basados en información de la zona en términos de crimen y el acceso a los servicios, por ejemplo.

   En general, el efecto de la ocupación era pequeño, representando alrededor de entre el 1 y el 2 por ciento de la diferencia entre las personas con empleos de alta y baja complejidad, algo que es comparable a otros factores, como la asociación entre los no fumadores y mejores habilidades de pensamiento en la vida posterior.

   Los investigadores han debatido si un entorno más estimulante puede preservar la memoria cognitiva de una persona o si los individuos con las habilidades de pensamiento más altas son los que son capaces de realizar ocupaciones más difíciles . "Estos resultados proporcionan evidencia de que ambas teorías son verdad", sentencia Gow, tras señalar que el coeficiente intelectual a los 11 años explicó cerca del 50 por ciento de la diferencia en las habilidades de pensamiento más tarde en la vida.

   Aunque es cierto que las personas que poseen habilidades cognitivas más altas presentan más probabilidades de obtener puestos de trabajo más complicados, todavía parece haber un pequeño beneficio de estos trabajos complejos en las habilidades de pensamiento más tarde, según Gow.

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