MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
Lugares cerrados como el transporte público son escenarios "perfectos" para aumentar la posibilidad de adquirir microorganismos patógenos y desarrollar potencialmente una enfermedad infectocontagiosa, ha advertido la vocal de la junta directiva de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS), la doctora Ruth Figueroa.
En este contexto, si una persona tiene gripe y durante su trayecto en transporte público estornuda o tose y lo hace de manera incorrecta, es decir, sin utilizar pañuelo o brazo, "genera pequeñas partículas que van a desplazarse hacia otras personas", ha explicado la experta.
"Otras permanecerán en sus manos y se quedarán en distintos tipos de superficie, como barandillas, cristales y botones o pueden entrar en contacto con otras personas, por ejemplo al saludarse", ha agregado la doctora Figueroa.
Las gotas infectadas entran a la mucosa de otra persona y pueden llegar a transmitir los microorganismos vehiculados, lo que podría provocar un nuevo contagio. La población más expuesta a adquierir una enfermedad infectocontagiosa suele ser la que se encuentra en los extremos de la vida, bebés y ancianos, o aquellas con procesos agudos o crónicos que debilitan su propio sistema inmune.
Las enfermedades bacterianas y virales que generan microorganismos susceptibles de transmitirse por vía aérea son la tosferina, difteria, faringitis causada por la bacteria 'streptococcus pyogenes', tuberculosis, enfermedad meningocócica, varicela, rubéola, sarampión, gripe, virus sincitial respiratorio y neumonía. Estas tres últimas son más frecuentes en invierno y "la mayoría de ellas son prevenibles por vacunación", ha recalcado la especialista.
No obstante, "esto no debe alarmar a la población a no usar los medios de transporte para evitar aglomeraciones, sino que se deben adecuar estrategias que impidan en la medida de lo posible la trasmisión de microorganismos, tales como taparse la nariz o la boca cuando se tose o estornuda y lavarse frecuentemente las manos", ha especificado la doctora Figueroa.
El ser humano depende de un sistema inmune que trabaja a diario para proteger y evitar infecciones con microorganismos patógenos o para ser tolerante con otros microorganismos que pueden reportar beneficios para la salud de quienes los albergan.
"Seguir una dieta adecuada y muy especialmente dar valor al papel de las vacunas son medidas que mantendrán un sistema óptimo para evitar las llamadas enfermedades inmunoprevenibles", ha explicado la experta.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, para reducir la posibilidad de adquirir una infección, recomienda, sobre todo para la población que utiliza el transporte público, vacunación para niños y adultos y la higiene de manos mediante el lavado con agua y jabón o con gel hidroalcohólico.