MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las personas con trastorno bipolar, caracterizado por cambios de humor extremos, tienen 6 veces más probabilidades de morir antes de tiempo por causas externas, como accidentes, violencia y suicidio, que las que no padecen la enfermedad, según una investigación publicada en la revista de acceso abierto 'BMJ Mental Health'.
Además, tienen el doble de probabilidades de morir por causas somáticas (físicas), y el alcohol es uno de los principales factores que contribuyen a ello.
En varios países se ha observado sistemáticamente un mayor riesgo de muerte prematura por cualquier causa en personas con trastorno bipolar. Sin embargo, no está claro si existen causas concretas o en qué medida las enfermedades somáticas (físicas) contribuyen a este riesgo.
Por lo tanto, los investigadores finlandeses recurrieron a registros médicos y de seguridad social a nivel nacional para identificar y rastrear la salud de todas las personas de 15 a 64 años con trastorno bipolar entre 2004 y 2018.
Calcularon la relación entre el número de muertes observadas durante un periodo determinado (unos 8 años de seguimiento) entre las personas diagnosticadas de trastorno bipolar y el número esperado en la población general finlandesa --la razón de mortalidad estándar (RME)-- para hallar el exceso de muertes directamente atribuible a la enfermedad.
Realizaron un seguimiento de los resultados de 47.018 personas con trastorno bipolar que tenían 38 años, de media, al inicio del periodo de seguimiento. Más de la mitad (57%) eran mujeres.
En total, 3.300 (7%) de ellos murieron durante el periodo de seguimiento, en comparación con 141.536 personas de la población general, lo que equivale a un riesgo 6 veces mayor de muerte por causas externas y 2 veces mayor de muerte por causas somáticas.
Su edad media en el momento de la muerte fue de 50 años; casi dos tercios (65%; 2.137) de estas muertes se produjeron entre hombres. La causa de la muerte fue somática en el 61% (2.027) y externa en el 39% (1.273).
Entre las 2027 muertes por enfermedades somáticas, el alcohol fue la causa de la mayoría, con un 29% (595); seguido de las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares (27%, 552); el cáncer (22%, 442); las enfermedades respiratorias (4%,78); la diabetes (2%,41); y los trastornos del comportamiento asociados al consumo de otras sustancias (1%, 23). El 15% restante (296) correspondía a otras causas diversas.
De las 595 muertes relacionadas con el alcohol, las enfermedades hepáticas representaron casi la mitad (48%), seguidas de la intoxicación etílica accidental (28%) y la dependencia del alcohol (10%).
Entre las muertes por causas externas, la mayoría se debieron al suicidio (58%, 740), casi la mitad de las cuales (48%) se debieron a sobredosis con medicamentos recetados para la salud mental, incluidos los utilizados para tratar el trastorno bipolar.
En general, casi dos tercios (64%, 2.104) de las muertes por cualquier causa fueron muertes por exceso, más altas de lo que cabría esperar para una edad y sexo comparables y directamente atribuibles al trastorno bipolar.
De las debidas a causas somáticas, el 51% (1.043) fueron muertes por exceso, en comparación con el 83% (1.061) de las debidas a causas externas.
La mayoría de las muertes excesivas por enfermedades somáticas se debieron a causas relacionadas con el alcohol (40%) --una tasa 3 veces superior a la de la población general--, enfermedades cardiovasculares (26%) o cáncer (10%).
Del exceso de muertes por causas externas, el 61% (651) se debieron al suicidio, una proporción que es unas 8 veces superior a la de la población general.
El exceso de muertes por causas externas fue sustancial en todos los grupos de edad, pero mientras que la mayor parte del exceso entre los 15-44 años se debió a causas externas, las causas externas y somáticas contribuyeron a ello en un número casi igual entre los 45-64 años.
Los investigadores excluyeron a los diagnosticados de esquizofrenia y otras enfermedades psicóticas, lo que puede haber subestimado el exceso de muertes por trastorno bipolar, según reconocen. Se sabe que los antecedentes de síntomas persistentes de psicosis, delirios y alucinaciones se asocian a un riesgo de muerte mucho mayor, explican.
Dado que las causas externas parecen desempeñar un papel más importante que la enfermedad física en el exceso de muertes entre los enfermos de trastorno bipolar, debería reconsiderarse el actual enfoque terapéutico centrado en la prevención de la enfermedad física para reducir este exceso, argumentan los investigadores.
"Se necesita una consideración equilibrada entre la respuesta terapéutica, los posibles efectos secundarios somáticos graves a largo plazo de los distintos medicamentos y el riesgo de mortalidad prematura por causas específicas, especialmente en las personas más jóvenes", escriben.
"Dirigir las intervenciones preventivas al abuso de sustancias probablemente reducirá la brecha de mortalidad tanto por causas externas como somáticas. La prevención del suicidio sigue siendo una prioridad, y se justifica una mayor concienciación sobre el riesgo de sobredosis y otras intoxicaciones", añaden.