MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La aparición de las terapias biológicas ha supuesto una revolución en el manejo de múltiples enfermedades reumáticas y, en el caso de la artritis reumatoide, los reciben ya casi uno de cada cuatro pacientes ya que pueden lograr la remisión en más del 50 por ciento de los casos de reciente comienzo, según ha destacado José Luis Andreu, presidente electo de la Sociedad Española de Reumatología (SER).
Este experto ha participado este fin de semana en un Curso de Terapias Biológicas organizado por esta sociedad científica en Madrid, con la colaboración de Hospira, en el que han destacado que estos fármacos "permiten el mantenimiento de la capacidad funcional y de la calidad de vida de estos afectados".
Asimismo, el control de la actividad inflamatoria en enfermedades como la artritis reumatoide ha conducido a una disminución de complicaciones graves como la enfermedad cardiovascular, la necesidad de prótesis articulares o el desarrollo de linfoma, lo que "está traduciéndose en una mayor supervivencia".
"Las terapias biológicas son excelentes fármacos para el control de los pacientes reumáticos con respuesta inadecuada a tratamiento convencional, y su aparición ha conducido a una optimización en el uso de los fármacos tradicionales", ha defendido.
Otro avance ligado a la aparición de los biológicos ha sido la asunción por parte de los reumatólogos de la necesidad de medir objetivamente la respuesta al tratamiento y de fijar una terapia por objetivos para intentar mantener a los pacientes en remisión o, como poco, en un estado de baja actividad de la enfermedad".
Respecto a la utilización de este tipo de terapias fuera de su ficha técnica, se usan en numerosos procesos reumáticos, desde el lupus eritematoso sistémico a la gota. Pero a la cabeza de ellos, se sitúan el lupus, el síndrome de Sjögren, otras enfermedades autoinmunes sistémicas y el grupo de las vasculitis sistémicas.
"El reumatólogo es la última trinchera de defensa del paciente en procesos refractarios graves como son las enfermedades autoinmunes sistémicas o las vasculitis sistémicas, procesos que comprometen la vida de nuestros pacientes. Por tanto, debemos buscar alternativas que ofrecer sin limitarnos al estricto entorno normativo que las fichas técnicas representan", ha resaltado el presidente electo de la SER.
Según la legislación española, para usar un agente biológico fuera de ficha técnica hay que informar al paciente de las alternativas, pros y contras, obtener su consentimiento informado oral y reflejar en la historia clínica todo ello.
Además, en cuanto al seguimiento, "debe ser estrecho y recogerse pormenorizadamente, por seguridad del paciente y para que la comunidad científica se enriquezca con la experiencia clínica de uso de agentes biológicos en práctica clínica real.