MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, han trazado el mapa de cómo el virus del sarampión mutó y se propagó en el cerebro de una persona que sucumbió a una rara y letal enfermedad cerebral. Según el estudio, publicado en la revista 'PLoS Pathogens', es posible que se produzcan nuevos casos de esta enfermedad, que es una complicación del virus del sarampión, a medida que éste reaparezca entre las personas no vacunadas.
Utilizando las últimas herramientas de secuenciación genética, los investigadores de la Clínica Mayo reconstruyeron cómo un colectivo de genomas víricos colonizó un cerebro humano. El virus adquirió distintas mutaciones que impulsaron su propagación desde la corteza frontal hacia el exterior.
"Nuestro estudio proporciona datos convincentes que muestran cómo el ARN viral mutó y se propagó por un órgano humano: el cerebro, en este caso --afirma el doctor Roberto Cattaneo, virólogo de la Clínica Mayo y coautor principal del estudio--. Nuestros descubrimientos ayudarán a estudiar y comprender cómo otros virus persisten y se adaptan al cerebro humano, causando enfermedades. Este conocimiento puede facilitar la generación de fármacos antivirales eficaces".
El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas. El virus del sarampión infecta las vías respiratorias superiores, donde utiliza la tráquea como trampolín para lanzarse y propagarse a través de las gotitas que se dispersan cuando una persona infectada tose o estornuda.
El doctor Cattaneo fue pionero en los estudios sobre cómo se propaga el virus del sarampión por el organismo. Empezó a estudiar el virus del sarampión hace unos 40 años y quedó fascinado por la rara y letal enfermedad cerebral llamada panencefalitis esclerosante subaguda (SSPE), que se produce en aproximadamente 1 de cada 10.000 casos de sarampión.
Tras la infección inicial, el virus del sarampión puede tardar entre cinco y diez años en mutar y propagarse por el cerebro. Los síntomas de esta enfermedad neurológica progresiva incluyen pérdida de memoria, convulsiones e inmovilidad. Cattaneo estudió la SSPE durante varios años hasta que la enfermedad letal casi desapareció a medida que más personas se vacunaban contra el sarampión.
Sin embargo, el sarampión está resurgiendo debido a las dudas sobre las vacunas y a la falta de vacunación. Durante la pandemia de COVID-19, millones de niños no recibieron sus vacunas contra el sarampión, lo que ha dado lugar a un aumento estimado del 18% en los casos de sarampión y del 43% en las muertes por sarampión en 2021 en comparación con 2022 en todo el mundo, según un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
"Sospechamos que los casos de SSPE volverán a aumentar también. Esto es triste porque esta horrible enfermedad se puede prevenir con la vacunación --alerta Iris Yousaf, coautora principal del estudio y candidata a doctora de quinto año en la Escuela de Posgrado de Ciencias Biomédicas de Clínica Mayo--. Pero ahora estamos en condiciones de estudiar la SSPE con la moderna tecnología de secuenciación genética y aprender más sobre ella".
El doctora Cattaneo y Yousaf tuvieron una oportunidad única de investigación gracias a una colaboración con los CDC. Estudiaron el cerebro de una persona que había contraído el sarampión de niño y había sucumbido al SSPE años más tarde como adulto.
Investigaron 15 muestras de distintas regiones del cerebro y realizaron secuenciación genética en cada una de ellas para reconstruir el rompecabezas de cómo mutó y se propagó el virus del sarampión.
Los investigadores descubrieron que, después de que el virus del sarampión entrara en el cerebro, su genoma -el conjunto completo de material genético del virus- empezó a cambiar de forma perjudicial.
El genoma se replicó, creando otros genomas ligeramente diferentes. A continuación, estos genomas se replicaron de nuevo, dando lugar a más genomas que también eran ligeramente diferentes. El virus hizo esto varias veces, creando una población de genomas variados.
"En esta población, dos genomas específicos tenían una combinación de características que actuaban conjuntamente para promover la propagación del virus desde el lugar inicial de la infección -la corteza frontal del cerebro- hasta colonizar todo el órgano", explica el doctor Cattaneo.
Los próximos pasos de esta investigación consisten en comprender cómo favorecen determinadas mutaciones la propagación del virus en el cerebro. Estos estudios se harán en células cerebrales cultivadas y en grupos de células parecidas al cerebro llamados organoides.
Estos conocimientos pueden ayudar a crear fármacos antivirales eficaces para combatir la propagación del virus en el cerebro. Sin embargo, la intervención farmacológica en fases avanzadas de la enfermedad es todo un reto. La prevención de la SSPE mediante la vacunación contra el sarampión sigue siendo el mejor método.