MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
Cada vez vivimos más años. A medida que envejecemos nuestro cuerpo cambia. Además, hay personas que envejecen más rápido y peor que otras. Partiendo de la base de que todos vamos a envejecer porque es un proceso natural, ¿hasta qué punto es posible frenarlo? ¡Podemos hacerlo y la respuesta es clara y contundente según los expertos! Pero, ¿cómo?
Entrevistamos en Infosalus al presidente de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento (SEMAL), el cirujano plástico estético y reconstructivo, el doctor José Serres, quien asegura que sí se puede frenar el proceso de envejecimiento, si bien advierte de un punto muy importante: requiere de mucha voluntad por nuestra parte.
"Para ello es necesario llevar una dieta adecuada, evitar las cosas que no son saludables, como los fritos, las margarinas, las harinas, la sal, la carne roja con moderación, los dulces con moderación (1 vez semana máximo); siendo la dieta idónea la mediterránea. Hay que evitar en las dietas los hidratos de carbono de absorción rápida (tipo las bollerías), porque tras su ingesta se producen picos de insulina muy importantes que pueden llegar a ser muy perniciosos para nuestra salud. Si tenemos ganas de comer algo dulce podemos sustituirlo por una fruta, unas nueces, o por ejemplo por frutos secos", mantiene.
Es más, destaca que "comer menos alarga la vida", una afirmación que indica que cuenta con un aval científico detrás importante, de forma que influye en un 25% de nuestra longevidad, mientras que otro 5%, por ejemplo, la zona donde vivamos. "Entonces hay que comer poco y de forma global el peso recomendado es un 10% menos del IMC, eso sí, los deportistas tienen más masa muscular y esta indicación no serviría para ellos. No obstante, siempre hay que individualizar cada caso", precisa.
Así, otro de los trucos para retrasar nuestro proceso de envejecimiento, según el presidente de la SEMAL, es la realización de ejercicio físico, siendo 30 minutos al día suficientes, y nunca más de 45 al día, salvo que se sea deportista, según sostiene.
A su juicio, debemos también controlar nuestro estrés y el buen humor, procurar hacer cosas que nos gusten, trabajar moderadamente no más horas de las que deberíamos, y también a partir de cierta edad tomar suplementos nutricionales ya que, según argumenta Serres, nuestro organismo a la hora de absorber los principios inmediatos no lo hace igual con el paso de la edad, como cuando se es joven (vitaminas, omega 3, oligoelementos etc). Esto explicaría, por ejemplo, que cuando de jóvenes se sale por la noche al día siguiente se puede estar como una rosa, algo que en las edades más adultas no sucede, según indica.
Ve también fundamental el no fumar, el evitar el alcohol y las drogas, así como el sol, "porque envejece mucho la piel". El doctor Serres defiende a su vez que debemos llevar un control importante sobre el sueño, resalta que éste debe ser reparador, entre las 7 y las 9 horas diarias, sin despertarnos intranquilos o cansados por la mañana.
Dice en este contexto que es muy buena la siesta para la mayor parte de personas, "es como un reseteado", ya que nuestro organismo necesita repararse, algo que sucede durante el sueño y el descanso. "Si no los hay, no tiene lugar esta reparación del todo adecuada. Una buena siesta puede ser de mucha utilidad, aunque sea corta", apostilla.
EL PAPEL DE LAS HORMONAS
Igualmente, subraya que tener relaciones sexuales placenteras puede influir en el que nos sintamos bien y tengamos una secreción de hormonas positivas, "aquellas que nos van a ayudar a sentirnos bien y a ser más felices".
Según destaca el miembro de la SEMAL, "el tema hormonal es muy importante" ya que, según explica, las hormonas disminuyen con la edad, al igual que la absorción digestiva antes mencionada, así como otras funciones como la fuerza o la función cerebral.
"Es muy importante mantenernos en una salud adecuada porque, por ejemplo, en los hombres llega un momento, sobre los 80 años, en los que los hombres no tienen secreción de testosterona, y es a partir de los 40 cuando comienza a bajar más significativamente, porque el punto máximo de culminación de hormonas está en los 20 años. En los hombres se nota mucho porque la falta de testosterona aumenta la cantidad de grasa y disminuye la capacidad muscular. Igual ocurre con las mujeres, en quienes la testosterona también desciende con los años, y es causa muchas veces de depresión, de disminución de la líbido, o de falta de ganas de actividad", detalla.
Por eso, el doctor Serres recomienda la realización de analíticas en el proceso de control del envejecimiento, incluso genéticas, que en su opinión permitirán afrontar el futuro mejor.
POR QUÉ HAY UNAS PERSONAS QUE ENVEJECEN MÁS RÁPIDO QUE OTRAS
Una de las preguntas más frecuentes que nos hacemos es por qué hay personas que envejecen de forma más rápida que otra, algo para lo que el experto en Medicina antienvejecimiento tiene la siguiente explicación: "Básicamente por el estilo de vida, la genética, y por el entorno, porque si somos personas que trabajan más de lo que deben o no solo eso sino que trabajan en algo que no les gusta, por ejemplo, envejecerán antes y peor. Por ejemplo, hay que procurar que el trabajo te guste, porque si no es un sufrimiento diario".
También insiste en la importancia de hacer mucha actividad, de divertirse, de reírse, mantener una actitud positiva o tener muchos amigos. "Con ello serás más feliz y con vivirás también más años", apostilla.
Sobre si es posible llegar a los 60 años, a la jubilación, sin ningún problema de salud, el doctor Serres reconoce aquí que hay dos problemas: "El primero que coinciden los 60-65 años, edad de jubilación, pero también una etapa donde afloran las enfermedades que trata la geriatría, donde todo el mundo o tiene la tensión alta, o artrosis, aunque sea un leve grado de diabetes tipo 2, duerme mal, etc. Hay una conjunción de cosas que afectan a ese proceso de envejecimiento".
Pero con la jubilación señala que también ocurre una cosa, y es que, aunque las personas estén deseosas de jubilarse, durante esos 365 días no se viaja tanto, no se juega tanto al golf, no se hace tanto deporte.
"Realmente el trabajo es bueno para el organismo, aunque en su justa medida como hemos contado, porque crea una obligación, te levantas a una hora, tienes que hacer una serie de cosas, te centras en tu trabajo y no en cosas poco positivas. A esta edad te vas haciendo sedentario y el sedentarismo también favorece una disminución de la esperanza de vida, de la morbimortalidad, igual que la obesidad", agrega.
En última instancia, el presidente de la SEMAL remarca la importancia de tener buen sistema inmunológico en el envejecimiento, más en esta pandemia de COVID-19, y que estará reforzado frente a cualquier enfermedad si mantenemos un estilo de vida saludable, fundamentado en una alimentación basada en la dieta mediterránea.