MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
La localización es la clave de las drogas psicodélicas que podrían tratar las enfermedades mentales mediante la rápida reconstrucción de las conexiones entre las células nerviosas, según un estudio publicado en la revista 'Science'.
Investigadores de la Universidad de California (Estados Unidos) han demostrado que la activación de los receptores de serotonina 2A en el interior de las neuronas favorece el crecimiento de nuevas conexiones, pero no ocurre lo mismo con el mismo receptor en la superficie de las células nerviosas.
Según David E. Olson, autor principal del estudio y catedrático asociado de Química, Bioquímica y Medicina Molecular, además de director del Instituto de Psicodélicos y Neuroterapéuticos de la UC Davis, estos hallazgos ayudarán a descubrir nuevos fármacos contra la depresión, el TEPT y otros trastornos.
Drogas como el LSD, la MDMA y la psilocibina resultan muy prometedoras para tratar una amplia gama de trastornos mentales caracterizados por la pérdida de conexiones neuronales. En estudios de laboratorio, una sola dosis de estas drogas puede provocar un rápido crecimiento de nuevas dendritas de las células nerviosas, y la formación de nuevas espinas en esas dendritas. Olson denomina a este grupo de fármacos "psicoplastógenos" por su capacidad para regenerar y remodelar las conexiones cerebrales.
Trabajos anteriores de Olson y otros laboratorios demostraron que las drogas psicodélicas actúan activando el receptor de serotonina 2A (5-HT2AR). Pero otras drogas que actúan sobre el mismo receptor, incluida la serotonina, no tienen los mismos efectos de crecimiento.
Maxemiliano Vargas, estudiante de posgrado en el laboratorio de Olson, éste y sus colegas experimentaron con fármacos químicamente modificados y con transportadores para facilitar o dificultar el deslizamiento de los compuestos a través de las membranas celulares.
La propia serotonina es polar, lo que significa que se disuelve bien en agua, pero no atraviesa fácilmente las membranas lipídicas que rodean las células. Los psicodélicos, en cambio, son mucho menos polares y pueden entrar fácilmente en el interior de una célula.
Descubrieron que la capacidad de los compuestos para promover el crecimiento estaba correlacionada con su capacidad para atravesar las membranas celulares.
Normalmente, los receptores de fármacos se encuentran en la membrana celular, orientados hacia el exterior. Pero los investigadores descubrieron que, en las células nerviosas, los receptores de serotonina 2A se concentraban en el interior de las células, principalmente alrededor de una estructura llamada cuerpo de Golgi, con algunos receptores en la superficie celular. Otros tipos de receptores de señalización de la misma clase estaban en la superficie.
Los resultados demuestran que existe un sesgo de localización en el funcionamiento de estos fármacos, según Olson. Activar el receptor de serotonina 2A cuando se encuentra en el interior de una célula produce un efecto distinto al de activarlo cuando está en el exterior.
"Esto nos da una idea más profunda del mecanismo por el que el receptor promueve la plasticidad y nos permite diseñar fármacos mejores", concluye Olson.