En los últimos años se ha producido una revolución en la farmacología de la obesidad, según experta

La especialista en Nutrición y Dietética del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, Belén Fontán Calvo.
La especialista en Nutrición y Dietética del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, Belén Fontán Calvo. - HOSPITAL UNIVERSITARIO RUBER JUAN BRAVO
Publicado: jueves, 6 febrero 2025 10:48

MADRID 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

La especialista en Nutrición y Dietética del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, Belén Fontán Calvo, señala que "en los últimos años se ha producido una revolución en la farmacología de la obesidad, con el desarrollo de fármacos que abordan los mecanismos subyacentes del apetito y la saciedad, y alteran las vías metabólicas para reducir el almacenamiento de grasa y aumentar el gasto energético".

Estos avances de deben a la introducción de los agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) como la Semaglutida ('Ozempic' y 'Wegoby'), que pueden inducir una pérdida de peso del 10-15 por ciento del peso corporal inicial.

Del mismo modo sucede con la tirzepatida ('Mounjaro'), que actúa como agonista del GLP-1, pero también como agonista de los receptores GIP, ofreciendo un enfoque dual que mejora la saciedad y el control metabólico. En estudios recientes ha mostrado ser efectivo en reducir hasta un 25 por ciento del peso corporal inicial en ciertos pacientes.

Además, estos fármacos también tienen impactos beneficiosos en la presión arterial, el colesterol, la glucosa en sangre y la insulina. Asimismo, pueden causar una pérdida significativa de masa magra, aproximadamente un 10 por ciento o el equivalente a 6 kg.

Al respecto, la experta asegura que es importante mantener la masa muscular y la función a medida que se envejece, para evitar la sarcopenia y la fragilidad, que están fuertemente ligadas a la morbilidad y la mortalidad. Asimismo, conservar o aumentar la masa muscular favorece también la pérdida de masa grasa.

Asimismo, explica que estos medicamentos actúan para suprimir el apetito al influir en las hormonas del cuerpo y hacen que el estómago procese los alimentos más lentamente, lo que hace que te sientas más lleno por más tiempo. "Los cambios en los comportamientos alimentarios pueden observarse en los primeros 3 meses de tratamiento", añade.

Por otro lado, Fontán Calvo ofrece una serie de pautas de alimentación para seguir en caso de estar en tratamiento con agonistas del GLP-1.

Entre estos consejos destaca la importancia de mantenerse hidratado y consumir raciones más pequeñas y constantes, especialmente al principio del tratamiento, siempre masticando muy bien la comida.

Asimismo, se recomienda reducir la ingesta de alimentos procesados, altos en calorías, el azúcar añadido y el alcohol ya que pueden empeorar los síntomas gastrointestinales y afectar a los niveles de azúcar en sangre.

Mientras que se recomienda priorizar alimentos de bajo índice glucémico que sean ricos en proteínas, fibra y grasas saludables. Algunos alimentos recomendados incluyen frutas frescas, verduras, cereales integrales, y productos lácteos bajos en grasa. Es importante introducir nuevas fuentes de fibra de forma gradual, ya que un consumo excesivo puede provocar gases, hinchazón o estreñimiento, concluye la experta.

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