Usar un ventilador en olas de calor no es efectivo: mejor combinarlo con aire acondicionado a una temperatura más alta

Archivo - Ventilador. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / CASARSAGURU - ARCHIVO

MADRID 7 Feb. (EUROPA PRESS) - Un grupo de investigadores de la Universidad Griffith (Australia) han demostrado que los ventiladores eléctrico mejoran la comodidad percibida "marginalmente" durante las olas de calor, y sin reducir la temperatura, por lo que los adultos mayores que viven en espacios interiores obtienen "poco alivio" de estos.

"A medida que envejecemos, perdemos nuestra capacidad de sudar, lo que limita la eficacia de los ventiladores eléctricos. Esto puede comenzar a suceder a partir de los 30 o 40 años, pero a los 60 años hay un deterioro significativo. El doble problema es que los adultos mayores también tienen una capacidad reducida para sentir el estrés por calor, lo que puede tener consecuencias nefastas", ha afirmado el investigador principal, el doctor Fergus O'Connor,

El estudio, publicado en el 'Journal of the American Medical Association', ha evaluado el impacto de estos ventiladores en la temperatura corporal central y la frecuencia cardíaca de personas de entre 65 y 85 años, quienes fueron expuestos a un ambiente interior extremo simulado de 36 grados, con una humedad relativa del 45 por ciento durante ocho horas.

El seguimiento de los participantes se realizó entre tres días separados, pasando un día sin ventilador, otro con un ventilador que soplaba a dos metros por segundo (la velocidad media del aire de un ventilador doméstico) y otro con un ventilador a alta velocidad a cuatro metros por segundo.

Los resultados han mostrado que los participantes no se vieron afectados por el uso del ventilador, y las tres condiciones experimentales dieron como resultado una temperatura corporal central media de 38,3 grados y una frecuencia cardíaca de 100 latidos por minuto.

Cabe destacar que el calo extremo mata a más personas en Australia que todos los demás desastres naturales juntos, con más de cien fallecidos anuales por exposición a altas temperaturas solo en Queensland --las condiciones ambientales elegidas simulan una ola de calor en esta región--, y es que la falta de capacidad para mantenerse fresco puede provocar calambres por calor, agotamiento por calor y golpe de calor.

"A medida que enfrentamos eventos de calor más frecuentes, estos hallazgos resaltan la necesidad de intervenciones de enfriamiento sostenibles y efectivas que aborden específicamente las necesidades fisiológicas de los adultos mayores. En particular, en los estados del sur, donde a menudo vemos días calurosos y secos de alrededor de 42 grados con solo un 10 a 15 por ciento de humedad, el sudor se evapora rápidamente por el ambiente de todos modos", ha subrayado el doctor O'Connor.

Asimismo, ha explicado que usar un ventilador en estos entornos simplemente empuja aire caliente sobre la piel seca, lo que crea un efecto de calor, mientras que en entornos más húmedos, un ventilador puede "al menos ayudar a evaporar parte de esa humedad de la piel y brindar alivio refrescante", siempre que la temperatura ambiente no sea demasiado alta.

Por último ha recomendado usar un aire acondicionado en torno a 26 o 28 grados que, unido al uso de un ventilador, podrá proporcionar un alivio "refrescante" mientras se reduce "significativamente" el coste del funcionamiento del aire acondicionado.