¿Por qué el uso generalizado de test en las escuelas no es lo más recomendable?

Un niño enseña un test de antígenos, a 16 de enero de 2022, en Madrid, (España). El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el acuerdo de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIMP) para fijar un precio máximo de venta al pú
Un niño enseña un test de antígenos, a 16 de enero de 2022, en Madrid, (España). El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el acuerdo de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIMP) para fijar un precio máximo de venta al pú - Eduardo Parra - Europa Press
Publicado: miércoles, 19 enero 2022 7:55


MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El rendimiento de las pruebas de flujo lateral, los llamados comúnmente test de antígenos, que se utilizan habitualmente para detectar la infección por COVID-19 en los niños no cumple los criterios mínimos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los organismos reguladores de dispositivos de Estados Unidos y el Reino Unido, según se desprende de un análisis conjunto de los datos disponibles sobre 8 pruebas diferentes, publicado en la revista 'BMJ Evidence-Based Medicine'.

Los resultados ponen en duda la eficacia de su uso en las pruebas generalizadas en las escuelas, sugieren los investigadores.

Las pruebas de flujo lateral se han utilizado ampliamente para detectar a los niños con SARS-CoV-2, el virus responsable de la infección por COVID-19, en las escuelas y jardines de infancia.

La precisión de estas pruebas en los adultos es muy variable y, a menudo, sustancialmente inferior a la comunicada por los fabricantes. Sin embargo, no está claro cuál es su rendimiento cuando se utilizan en niños en la vida real.

En un intento de llenar este vacío de conocimiento, los investigadores rastrearon las bases de datos de investigación y los servidores de preimpresión, buscando estudios publicados entre 2020 y mayo de 2021 que compararan la precisión de las pruebas de antígeno de flujo lateral con las pruebas de hisopo (PCR), consideradas el estándar de referencia, en niños.

Encontraron 17 estudios relevantes (12 estudios de revistas revisadas por pares y 5 estudios pre-print), publicados en inglés. En ellos participaron 6.355 niños y 8 pruebas de antígeno de 6 marcas diferentes.

En 11 de las evaluaciones de las pruebas, se recogieron muestras de la garganta y la nariz; en el resto las muestras se recogieron sólo de la nariz. En un estudio, la recogida de muestras fue supervisada; en todos los demás, la recogida de muestras fue realizada por personal capacitado.

Los datos de los 17 estudios se agruparon para medir la sensibilidad y especificidad diagnóstica de estas pruebas. La sensibilidad indica lo bien que una prueba detecta a las personas que tienen una enfermedad/infección; la especificidad indica lo bien que una prueba detecta a las que no la tienen.

La sensibilidad global de las pruebas evaluadas fue ligeramente superior al 64%; la especificidad global fue ligeramente superior al 99%. Los investigadores restringieron los análisis a los niños con y sin síntomas.

Entre los niños con síntomas, la sensibilidad diagnóstica combinada fue algo inferior al 72% y la especificidad diagnóstica combinada fue algo inferior al 99%, sobre la base de 3.413 niños de 13 estudios.

Entre los niños sin síntomas, la sensibilidad diagnóstica combinada fue de poco más del 56%, mientras que la especificidad diagnóstica combinada fue de poco más del 98,5%, sobre la base de 2.439 niños en 10 estudios.

Estas diferencias observadas en el rendimiento de la prueba entre los niños con y sin síntomas muestran que la sensibilidad y la especificidad no son características inherentes a la prueba, dicen los investigadores.

"Las estimaciones de sensibilidad de las pruebas de antígenos variaron ampliamente entre los estudios y fueron sustancialmente inferiores a las comunicadas por los fabricantes", aunque el uso previsto de la mayoría de las pruebas se limita a las personas con síntomas, por lo que los datos de rendimiento comunicados por los fabricantes suelen referirse sólo a las personas con síntomas --añaden--. Se observaron menos variaciones y sólo discrepancias menores con respecto a las afirmaciones de rendimiento de los fabricantes para las estimaciones de especificidad entre los estudios".

Aunque las pruebas de flujo lateral complementan las pruebas de PCR, amplían la capacidad de las pruebas y resultan útiles cuando es esencial una respuesta rápida, "tienen el precio de una menor precisión diagnóstica, sobre todo una menor sensibilidad diagnóstica, lo que aumenta el riesgo de pasar por alto casos, incluidos aquellos con infección presintomática que aún no han entrado en el periodo más infeccioso", señalan.