MADRID 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
La vacunación contra la COVID-19 redujo el riesgo de desarrollar "COVID prolongada" en aproximadamente un 27% en adultos completamente vacunados antes de la infección, según una revisión de la literatura realizada por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
"Una conclusión importante de esta revisión es que la vacunación no solo protege contra las consecuencias graves de una enfermedad aguda durante una pandemia, sino que también puede ayudar a reducir el riesgo de efectos significativos a largo plazo", ha señalado Edoardo Colzani, jefe de Virus Respiratorios y Legionella del ECDC.
La revisión se centró en estudios realizados en Europa y regiones similares. Dada la amplia gama de definiciones de Covid persistente, la revisión se centró en aquellos estudios que aplicaron específicamente la definición de caso clínico de la Organización Mundial de la Salud para el síndrome post-Covid-19.
Se encontraron siete estudios de alta calidad en adultos, de los cuales seis informaron una reducción estadísticamente significativa del riesgo de síndrome post-Covid-19 en adultos vacunados en comparación con los no vacunados. Sin embargo, la evidencia sobre si la vacunación reduce la duración de los síntomas del síndrome post-Covid-19 o el riesgo de desarrollar síndrome post-Covid-19 en niños, adolescentes y personas inmunodeprimidas es aún limitada.
Esta investigación destaca la importancia de la vacunación contra la Covid-19, no solo para prevenir la enfermedad grave y la hospitalización, sino también para reducir el riesgo de síntomas prolongados tras la infección por SARS-CoV-2. Aún se requieren más estudios sobre el papel de la vacunación en la reducción del riesgo y la duración del síndrome post-Covid-19.
En particular, los estudios deben centrarse en grupos como niños, adultos y personas inmunodeprimidas. Ya que no se encontraron suficientes estudios bien diseñados para extraer conclusiones específicas sobre si la vacunación contra la COVID-19 reduce el riesgo en la población general de niños/adolescentes o personas inmunodeprimidas.