MADRID, 9 Sep. (EDIZIONES) -
La presión arterial es la fuerza de su sangre al empujar contra las paredes de sus arterias, según explica el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos.
Según las últimas encuestas de salud nacionales, la hipertensión o presión arterial alta es el problema de salud más frecuente y que padecen 2 de cada 10 españoles. Y es que, cuando la presión arterial se mantiene mucho tiempo alta hace que el corazón trabaje más, bombee con más fuerza, llegando a ocasionar muchas veces en el largo plazo problemas de salud tan importantes como una insuficiencia cardíaca o renal, así como ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares, añade el Instituto norteamericano.
Teniendo claros estos conceptos, el doctor José Tuñón, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid) explica en una entrevista con Infosalus cómo la presión arterial puede variar del verano al invierno y cuáles pueden ser las razones.
Según indica, en verano el calor hace que se relajen las arterias, lo que lleva a la disminución de la presión a la que se encuentra la sangre en su interior. "Es por eso que las personas hipertensas saben que deben reducir la dosis de algunos medicamentos para la tensión en época de calor, así como para evitar el cansancio y los mareos que pueden tener si baja la presión arterial", detalla.
Y es que, según subraya, influyen muchos factores en la hipertensión, destacando por un lado el componente genético, de forma que si nuestros padres tenían hipertensión arterial antes de ser muy mayores es probable que nosotros estemos predispuestos también.
Por otro lado, el doctor Tuñón señala que están los componentes ambientales y de estilo de vida: "Además de la ingesta de sal, todo lo que nos lleve al sobrepeso y la obesidad es perjudicial. Así, la falta de actividad física, una ingesta excesiva de grasa y de azúcares pueden favorecer la hipertensión arterial".
En este sentido, advierte de que las enfermedades como la hipertensión arterial constituyen una carrera de fondo, teniendo en cuenta además que esta patología no suele ocasionar síntomas, salvo cuando hay complicaciones.
"Por todo esto, es fácil que ocasionalmente los pacientes se olviden de su tratamiento. Un momento ideal para esto es la época de vacaciones, sobre todo si hay viajes. El cambio de nuestra rutina diaria en estos casos puede favorecer estos olvidos. Es más, también es posible que en ciertos lugares se complique nuestro acceso a la medicación que necesitamos", lamenta el especialista de Quirónsalud.
Por eso, defiende que si nuestro destino es de este tipo es aconsejable que llevemos todas las dosis de medicación que vayamos a necesitar para evitar este tipo de imprevistos. "Por otra parte, las variaciones en la dieta que se producen durante los viajes, con muchas comidas fuera de casa, pueden llevarnos a ingerir más sal y grasas, lo que elevará nuestra tensión arterial", alerta el también director del Departamento de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.
CÓMO SOBRELLEVAR LAS ÉPOCAS DE MÁS CALOR
A su vez, recuerda que la hipertensión puede dañar el riñón, de forma que es muy necesario que estos pacientes estén bien hidratados. "La deshidratación que produce el calor puede empeorar este daño. Por esto, es clave que los pacientes hipertensos están bien hidratados. Además, varios de los fármacos empleados para tratar la hipertensión arterial, los denominados 'diuréticos', funcionan expulsando sodio que va acompañado de líquido. Nosotros debemos tomar líquido para compensar esta pérdida", aclara el cardiólogo.
Con todo ello, el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz aporta los siguientes consejos para los hipertensos en las épocas más calurosas:
Ser estrictos con la dieta y evitar sal, grasas y bebidas alcohólicas en exceso pese a que comamos en restaurantes.
No olvidarnos de tomar la medicación.
Tomarse la tensión más frecuentemente al inicio del verano para comprobar que no hay bajadas excesivas de presión arterial por la combinación de calor y fármacos.
Cuando vayamos de viaje debemos llevar con nosotros el último informe de nuestro médico, y es aconsejable ir provistos de la medicación necesaria.
Ahora que tenemos más tiempo debemos hacer actividad física diariamente. Eso sí, es aconsejable evitar los momentos de más calor y no hacer ejercicio isométrico como, por ejemplo, levantar pesos.