MADRID 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación centrado en la 'E. coli' resistente a los antimicrobianos (la principal causa de muerte humana debido a la resistencia a los antimicrobianos en todo el mundo) ha identificado un mecanismo en los perros que puede hacer que múltiples clases de antibióticos sean ineficaces.
El estudio, que se publica en la revista 'Applied and Environmental Microbiology', abre nuevas vías para terapias para tratar tanto a animales como a humanos, y establece las infecciones clínicas en perros como un enfoque de vigilancia para la salud pública.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigación asentado en la Universidad Cornell (Estados Unidos) analizó más de 1.000 genomas del patógeno resistente 'E. coli' aislado de perros enfermos e identificó un conjunto de genes que, según revelaron las pruebas de selección evolutiva, se estaban volviendo obsoletos en el genoma y estaban perdiendo su función. Pero, en un giro inusual, la pérdida de función puede haber reutilizado este conjunto de genes para crear condiciones que atrapan los antibióticos en la membrana celular de 'E. coli', impidiéndoles entrar en la bacteria.
"Me gusta pensar que se trata de un acontecimiento fortuito de la evolución, porque parece que estas proteínas en cápsula han sido reutilizadas para atrapar antibióticos", comenta Laura Goodman, profesora adjunta de la Universidad de Cornell y autora principal del artículo. "Lo que parece estar sucediendo es que estamos ante una mutación de pérdida de función que potencialmente confiere un nuevo fenotipo no relacionado con su propósito original".
Este estudio no sólo puede ayudar a mejorar la salud canina, sino que también es un ejemplo de cómo los perros sirven como un modelo importante para la salud humana. No obstante, los perros tienden a compartir cepas de 'E. coli' similares a las de sus dueños y se los trata con antibióticos similares.
La Organización Mundial de la Salud considera que dos clases particulares de antibióticos (las cefalosporinas de tercera generación y las quinolonas) son de importancia crítica. Los médicos y los expertos en salud pública están particularmente preocupados por el uso excesivo de estos medicamentos en la medicina veterinaria; aunque no existen restricciones legales para su uso en perros, se han hecho grandes esfuerzos para promover una buena administración de estos tratamientos.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que los mecanismos que afectan a esas clases de fármacos identificados en perros también serían importantes para los humanos, tal y como relata Goodman. "Cuando buscamos esta variante genética en infecciones humanas, encontramos muchas de ellas en datos de vigilancia hospitalaria y pública de infecciones por 'E. coli' y 'Klebsiella' en personas".
Los investigadores ahora pueden explorar nuevos objetivos farmacológicos potenciales que evitarían que el poro en el canal de la membrana de 'E. coli' se cierre, permitiendo que los antibióticos se muevan libremente dentro de la célula.
"El estudio es único porque proporciona una comprensión mecanicista de la resistencia a los antibióticos y llena importantes lagunas en la vigilancia de las infecciones humanas por 'E. coli' utilizando muestras clínicas sobrantes de perros que se recolectaron como parte de la atención de rutina", concluye Goodman.