MADRID, 8 Abr. (EDIZIONES) -
La diarrea del corredor, asociada con la colitis (inflamación del colon), es más frecuente entre los 'runners' de maratones de larga distancia. Aunque a día de hoy no está 100% clara cuál puede ser su causa, sí que son varias las razones que podrían explicar esta afección, bastante frecuente entre los corredores.
En primer lugar, hay que tener cuidado con ella porque puede limitar el rendimiento deportivo del corredor, según asegura en una entrevista con Infosalus el doctor Christophe Ramírez Parenteau, médico especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y director médico de la Clínica HLA Dr. Sanz Vázquez (Guadalajara).
Este experto remarca, eso sí, que la diarrea del corredor no tiene que ver con el exceso de entrenamiento, o al menos no en un exceso de entrenamiento mantenido a lo largo de varios días o semanas, sino que se podría dar o como respuesta a un exceso puntual.
"Para entender este fenómeno, y simplificando mucho las cosas, debemos entender que necesitamos sangre en todo nuestro organismo: en el pulmón para respirar, en el cerebro para estar despiertos, en los intestinos para hacer la digestión, en los riñones para eliminar sustancias de desecho, y en los músculos para movernos", aclara.
Con ello, señala que, si desde los músculos pedimos más sangre para hacer más ejercicio habrá que quitarla de otro sitio, siendo lo más fácil quitarlo de los intestinos, según aclara el experto de HLA Hospitales.
"Si los intestinos se quedan sin sangre para hacer la digestión viene la diarrea. De forma similar, después de comer, pedimos más sangre para los intestinos, en ese momento se la quitamos al cerebro, entonces el cerebro dice 'a dormir', y por eso entran las ganas de siesta", reconoce este experto en medicina deportiva.
CONSEJOS PARA PREVENIRLA
Desde la Clínica Mayo estadounidense insisten en que esta situación se puede revertir, o al menos mejorar, con los siguientes cambios en nuestros hábitos alimenticios:
Al menos un día antes de correr recomienda limitar o evitar los alimentos ricos en fibra y que produzcan gases, como las legumbres, el salvado, las frutas, y las ensaladas. "Si corre todos los días, experimente para encontrar un nivel tolerable de fibra. De lo contrario, simplemente come esos alimentos después de correr", afirma la entidad.
Después, aconseja entre tres y seis horas antes de salir a correr el limitar o evitar la cafeína y los alimentos ricos en grasas; y dice que, al menos, un día antes de correr, se deben igualmente limitar o incluso evitar el consumo de edulcorantes como el sorbitol, por ejemplo, que se encuentran sobre todo en los dulces, en los chicles y en los helados sin azúcar.
Antes, durante y después de correr, aconseja beber siempre muchos líquidos ya que, según remarca, "la deshidratación puede provocar diarrea". Además, ve conveniente que, al menos dos horas antes de correr, no se coma nada.
Otro de sus consejos es el evitar los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno, o bien el naproxeno, dado que se ha demostrado que ambos aumentan la incidencia de molestias gastrointestinales.
"Mientras corre, tenga cuidado con los geles energéticos y las barras energéticas. En algunas personas, estos productos pueden contribuir a la diarrea. Y sobre todo evita introducir un nuevo gel o barrita el día de la carrera", aconseja la institución sanitaria.