MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) ha reforzado la idea de que ver demasiada televisión de niño puede perjudicar la salud en la edad adulta.
La investigación, publicada en la revista científica 'Pediatrics', revela que los niños que ven más televisión tienen más probabilidades de desarrollar síndrome metabólico en la edad adulta.
El síndrome metabólico es un conjunto de afecciones, como hipertensión, hiperglucemia, exceso de grasa corporal y niveles anormales de colesterol, que aumentan el riesgo de padecer cardiopatías, diabetes y accidentes cerebrovasculares.
A partir de los datos de 879 participantes en el estudio, los investigadores descubrieron que quienes veían más la televisión entre los 5 y los 15 años tenían más probabilidades de padecer estas afecciones a los 45 años.
Se preguntó a los participantes si veían la televisión a los 5, 7, 9, 11, 13 y 15 años. De media, veían algo más de dos horas entre semana. "Los que más veían la televisión tenían más riesgo de padecer síndrome metabólico en la edad adulta", ha resaltado el líder de la investigación, Bob Hancox.
Más tiempo de televisión en la infancia también se asoció con un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad y una menor forma física. Los niños veían un poco más la televisión que las niñas y el síndrome metabólico era más frecuente en los hombres que en las mujeres (34% y 20% respectivamente).
Sin embargo, la relación entre el tiempo que se ve la televisión en la infancia y el síndrome metabólico en la edad adulta se observó en ambos sexos, e incluso puede ser mayor en las mujeres.
"Aunque, como en cualquier estudio observacional, los investigadores no pueden demostrar que la asociación entre ver la televisión a una edad temprana cause directamente el síndrome metabólico en la edad adulta, existen varios mecanismos plausibles por los que ver más la televisión podría conducir a una peor salud a largo plazo. Ver la televisión tiene un bajo gasto energético y podría desplazar la actividad física y reducir la calidad del sueño", ha afirmado el investigador.
El tiempo frente a la pantalla también puede fomentar una mayor ingesta de energía, ya que los niños consumen más bebidas azucaradas y productos dietéticos ricos en grasas y menos fruta y verdura. Estos hábitos pueden persistir en la edad adulta.
Los resultados son importantes porque el tiempo de pantalla ha aumentado en los últimos años con las nuevas tecnologías. "Los niños de hoy tienen mucho más acceso a entretenimientos basados en pantallas y pasan mucho más tiempo siendo sedentarios. Es probable que esto tenga efectos aún más perjudiciales para la salud de los adultos", ha remachado el investigador.