Hombre con el mando de la tele viendo una película y comiendo palomitas
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Actualizado: sábado, 2 septiembre 2017 8:55

MADRID 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las personas mayores que veían más de cinco horas la televisión por día e informaban de tres o menos horas por semana de actividad física total tenían un riesgo tres veces mayor de no poder caminar o enfrentarse a dificultades para andar al final de un estudio que duró casi una década.

El nuevo análisis, que evaluó todos los tipos de comportamiento sedentario, así como la actividad física ligera, moderada y vigorosa, observó que estar sentado durante mucho tiempo y ver la televisión eran particularmente dañinos, especialmente cuando se combinaban con bajos niveles de actividad física total.

"La televisión es un factor de riesgo muy potente para la discapacidad en la edad avanzada", dice la autora principal del estudio, Loretta DiPietro, presidenta del Departamento de Ciencias de Ejercicio y Nutrición en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington, en Estados Unidos. "Sentarse y ver televisión durante largos periodos (especialmente por la noche) tiene que ser una de las cosas más peligrosas que las personas mayores pueden hacer porque son mucho más susceptibles a los daños de la inactividad física", añade.

DiPietro y sus colegas analizaron datos del 'NIH-AARP Diet and Health Study', en el que se inscribieron hombres y mujeres de 50 a 71 años de seis estados y dos áreas metropolitanas. Todos los participantes estaban saludables en el inicio del estudio en 1995-1996. Los científicos registraron cuánto tiempo vieron los participantes la televisión, se ejercitaron o hicieron jardinería, tareas domésticas u otra actividad física al principio de la investigación. Luego, siguieron a los participantes durante unos diez años.

Al final del estudio, casi el 30 por ciento de los participantes previamente sanos informaron de sufrir algún tipo de discapacidad de movilidad: tener dificultad para caminar o ser incapaces de caminar. Los participantes que veían cinco o más horas de televisión por día tenían un 65 por ciento más de riesgo de sufrir una discapacidad de movilidad al final frente a los que veían menos la televisión (menos de dos horas diarias) y esta asociación era independiente de su nivel de actividad física total, así como distintos factores de riesgo conocidos por afectar al riesgo de discapacidad de movilidad.

Los niveles crecientes de tiempo total de estar sentado y ver la televisión en combinación con una actividad física baja (tres horas por semana o menos) eran especialmente perjudiciales, lo que lleva a una aceleración del riesgo. Entre las personas en el grupo más activo físicamente (más de siete horas por semana), la sesión total de seis horas por día o menos no se relacionó con excesiva discapacidad de movilidad. Por otro lado, en todos los niveles de actividad física, las cantidades crecientes de tiempo de visualización de televisión aumentaron la probabilidad de una discapacidad a la hora de caminar en una forma de dosis-respuesta.

VER LA TELE POR LA NOCHE, ESPECIALMENTE PERJUDICIAL

Otros estudios han encontrado que pasar mucho tiempo sentado es un peligro para la salud, incluso para las personas mayores que cumplen con las directrices de actividad física de intensidad entre moderada y vigorosa de al menos 150 minutos por semana. Sin embargo, a diferencia de este trabajo, las investigaciones anteriores no siguieron a las personas prospectivamente durante un largo periodo de tiempo y no consideraron el impacto combinado tanto del tiempo sedentario como de la actividad física, según los autores.

Las personas más jóvenes podrían ser capaces de mantenerse sentadas durante largos periodos porque son fisiológicamente más robustas, dice DiPietro. Pero después de los 50 años, este estudio sugiere que un sedentarismo prolongado y ver mucho la televisión se convierten en algo especialmente peligroso. Ver la televisión por la noche puede ser especialmente perjudicial para la salud porque no se rompe con breves periodos de actividad, en comparación con sentarse durante el día, detalla DiPietro.

"Hemos diseñado la actividad física de nuestra vida moderna con ascensores, internet, teléfonos móviles y un estilo de vida (pensad en el 'streaming' de Netflix) que a menudo incluye 14 horas de sedentarismo al día --señala DiPietro--. Nuestros hallazgos sugieren que las personas mayores que quieren mantenerse en forma deben acelerar su actividad física diaria y reducir la cantidad de tiempo que pasan sentados".

Para ayudar a reducir el riesgo, DiPietro sugiere la realización de más actividad física en la vida cotidiana. Por ejemplo, las personas que se sientan durante largos periodos frente a un ordenador deben levantarse cada hora y/o cambiar a estar de pie. Los viajeros pueden aparcar el coche a varias manzanas de la oficina u optar por subir por las escaleras.

Las personas mayores deben caminar tanto como sea posible durante todo el día, y todo el mundo debería plantearse no pegarse tantos atracones de televisión o por lo menos andar cuando hay publicidad o entre los episodios. "Para mantenerse activo y saludable a medida que se envejece, hay que moverse más y sentarse menos durante todo el día y todos los días", aconseja DiPietro.

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