MADRID, 23 Jul. (EDIZIONES) -
Si te gusta hacer deporte te da igual que haga viento, frío o llueva, pero no te debería de dar igual el que haga mucho calor. Aunque ante cualquier condición extrema, en realidad, debemos valorar si realmente debemos hacer deporte, es frente al calor cuando más debemos planteárnoslo porque podemos poner en serio peligro a nuestra salud.
Ester Armela es médico jefe de guardia de SUMMA 112 y nos cuenta en una entrevista con Infosalus que para practicar deporte al aire libre es muy importante siempre tener en cuenta la climatología.
En caso de una ola de calor o de temperaturas muy elevadas insiste en que hay que tener en cuenta cualquier exposición al aire libre, puesto que la actividad física implica un aumento de la temperatura corporal, requiere poner al corazón a unas frecuencias altas, y por ello nos podemos ver inmersos en un golpe de calor de forma más precipitada.
Lo que ocurre en estas situaciones, según detalla la médico de Urgencias, es que los mecanismos termorreguladores, "nuestro termostato interno", no es capaz de ir equilibrando la temperatura, y llega un momento en el que se descompensa y se producen síntomas por golpe de calor: mareo, dolor de cabeza, náuseas, vómitos.
Pero, según alerta la doctora Armela, pudiera ocurrir que, en un contexto de ejercicio, y porque hay hormonas implicadas y neurotransmisores cuando hacemos ejercicio de alta intensidad, podríamos no notar esos síntomas iniciales, y sobrevenirse un golpe de calor con síntomas graves como pudiera ser el bajo nivel de consciencia o la pérdida de conocimiento, incluso llegar al coma.
LO MÁS IMPORTANTE ES PREVENIR
Con ello, esta experta del SUMMA 112 mantiene que siempre ante estas situaciones lo más importante es la prevención, "antes que tratar hay que prevenir para que no ocurra, y tener en cuenta la climatología temperatura y la humedad, ver en qué horas del día hay temperaturas más frescas y más bajas, así como la humedad".
A su vez, recomienda tener en cuenta la ropa, esta dice que tiene que ser transpirable, además de que se debe proteger a la cabeza si estamos expuestos al sol, aunque no haga una temperatura muy elevada.
"También es muy importante la hidratación antes, durante y después de la actividad física, y por supuesto si no somos deportistas profesionales, y no tenemos una dieta tan regulada, no debemos exponernos a las altas temperaturas, ni tampoco practicar deporte después de comidas copiosas, o tras haber ingerido alcohol, porque esto hará que la temperatura interna aumente por la digestión, y sumado esto al ejercicio, se predisponga a la persona a ese golpe de calor", añade la doctora.
Sobre todo, dice que a evitar son las horas centrales del día, de 12 a 16 horas, que es cuando más altas son las temperaturas, pero si estamos en plena ola de calor pide tener precaución porque tendremos altas temperaturas hasta las 21 horas de la noche.
"Hay que tener en cuenta la climatología y la previsión del tiempo. A veces, la temperatura no es tan alta y, en cambio, hay mucha humedad, o hace viento, por ejemplo, africano, que hace que la sensación térmica sea mayor", añade.
Entonces, esta doctora subraya que es por ello por lo que hay que tener en cuenta todas las condiciones de la climatología y si ocurren los síntomas, parar, intentar refrescarse con una ducha agua templada, en zonas de grandes vasos como axilas o en la cabeza; a la vez que beber agua poco a poco, y que no sea muy fría.
"Si bebemos muy fría a veces nos sienta mal a nivel digestivo porque es un contraste demasiado grande. Entonces, beber agua fresca pero no muy fría; y lógicamente retirarnos de la exposición solar e ir a un lugar fresco y ventilado en la medida de lo posible", agrega, al tiempo que añade que para el dolor de cabeza recomienda tomar algún analgésico; y si hay síntomas graves o ante la duda consultar siempre al 112.
CUIDADO CON LOS DEPORTES ACUÁTICOS
En cuanto a las actividades relacionadas con el agua esta especialista mantiene que debemos tener cuidado con ella porque siempre hacen que tengamos menos sensación de calor, y a veces tras una exposición prolongada, podemos sufrir un golpe de calor prácticamente sin darnos cuenta.
"La sensación de estar en una zona con brisa o bajo el agua nos hace tener menos sensación de calor pero nuestro cuerpo, cuando lo sumas al ejercicio y a la exposición prolongada al sol, sobre todo en estas horas de mediodía, podrían ser perjudiciales; y luego por la tarde aparecer náuseas, cefalea, mareo y estos son síntomas de hipertermia y de haber estado mucho tiempo expuesto al calor", advierte la miembro de SUMMA 112.
CONSEJOS PARA PRACTICAR DEPORTE EN LOS DÍAS DE VERANO
Así con todo, el catedrático en Medicina del deporte de la Universidad de Oviedo, y presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, el profesor Miguel Del Valle Soto, enumera a Infosalus las principales consideraciones a tener cuenta sobre la práctica deportiva en los días de más calor:
1.- Si eres una persona sedentaria durante todo el año debes de comenzar con mucha precaución valorando la distancia que puedes hacer cómodamente evitando los excesos. Adaptar los entrenamientos al estado de forma.
2.- En ambientes calurosos evitar las horas centrales del día entrenando a primera hora de la mañana (antes de salir el sol) o última de la tarde (con la puesta de sol). Eso evitará el golpe de calor o insolaciones.
3.- Hidratarse bien antes, durante y después de los entrenamientos. Llevar líquidos con sales minerales para beber a lo largo de la carrera. Evitar deshidrataciones y desfallecimiento.
4.- Equipamiento adecuado a la temperatura, utilizando ropa fresca, clara y transpirable evitando el color negro. Además, utilizar protectores solares, gafes de sol, gorra...
5.- A nivel más profesional es posible aclimatarse al calor con lo que se soportan mejor las temperaturas elevadas al mejorar la sudoración... disminuyendo la temperatura central del cuerpo. En este sentido se pueden utilizar métodos de preenfriamiento, chalecos de hielo, etc.
6.- Finalmente hay que tener en cuenta que el calor disminuye el rendimiento.