MADRID 18 Dic. (EDIZIONES) -
Aunque actualmente estemos inmersos en una pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2 no nos equivoquemos, no es el virus más contagioso de la Historia. "El virus con más capacidad de diseminación es el sarampión", según reconoce en una entrevista con Infosalus el catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi.
Para saber si estamos en una pandemia o no, el experto explica a Infosalus con motivo de la publicación de 'Virus y pandemias' (Guadalmazán), que se calcula un coeficiente, que se denomina 'R0' o número básico de reproducción, con el objetivo de estudiar la intensidad de una enfermedad infecciosa.
"Este número contiene la información de cuántos susceptibles son contagiados de la enfermedad en promedio por un solo infectado. Si R0 es igual a 3, eso significa que un infectado es capaz de producir otros tres nuevos infectados, que a su vez cada uno de ellos podrá infectar a otras tres personas más, y así sucesivamente. Cuanto mayor sea ese número, por tanto, más transmisible será la enfermedad. Para que aparezca un brote epidémico, R0 debe ser mayor que 1. Parece un concepto fácil de entender, pero en la práctica no es nada fácil calcularlo, y por eso existen distintas fórmulas y modelos matemáticos", señala.
En el caso del SARS-CoV-2, López-Goñi dice que es difícil calcular esos números en medio de una pandemia, ya que se requiere de tiempo. "Parece ser que en su caso lo que más influyen son los eventos y los superpropagadores", aprecia. En concreto, un equipo del Imperial College del Reino Unido calcula que su R0 está entre 1,5 y 3,5.
"Normalmente, las enfermedades más contagiosas suelen ser aquellas que se transmiten por vía aérea, con los aerosoles que emitimos al respirar, porque son muy difíciles de controlar", subraya el también divulgador científico.
Concretamente, indica que el sarampión es una enfermedad con uno de los valores más altos de R0, entre 12 y 18; seguida muy de cerca de la tos ferina, con valores entre 12 y 17; luego les sigue la varicela, con valores entre 8 y 12; el VIH y el coronavirus SARS tienen un R0 de entre 2 y 5, mientras que el ébola entre 2 y 3.
"Por tanto, la enfermedad infecciosa más contagiosa es el sarampión. Pero ojo, tener un valor alto de R0 no significa que la enfermedad sea muy grave o que vaya a causar una epidemia. Por ejemplo, la gripe con valores entre 2 y 3 causa millones de afectados cada año; pero el SARS, con valores entre 2 y 5, sólo afectó a unas 8.000 personas en 2003 y no volvió a aparecer", subraya el científico.
"Con el sarampión cualquier persona puede contagiar de una a 18 pero con el SARS-CoV-2 sí puedes transmitirlo a 18, si eres un superpropagador, pero éstas a su vez no lo transmitirán a 18, sino que sólo algunas producirán la transmisión. Es una manera de transmisión diferente. Se trata de una transmisión por aerosoles, por eso ha sido tan explosiva esta pandemia, pero el campeón de la transmisión es el sarampión", mantiene.
En Europa, la vacuna del sarampión se administra formando parte de la vacuna conocida como triple vírica (SRP), que va asociada a los componentes de las paperas (parotiditis) y la rubeola. La propuesta de la AEP es iniciar la vacunación a los 12 meses de edad y administrar la segunda dosis entre los 3 y 4 años.
Con ello, Ignacio López-Goñi celebra que la vacuna del sarampión es "tan eficaz", que por eso se puede cortar su transmisión, al tiempo que llama la atención sobre el hecho de que, como gracias a las vacunas los casos han disminuido, los médicos jóvenes no están acostumbrados a reconocerlo y esto puede retrasar el diagnóstico, "con lo cual el enfermo puede seguir extendiendo el virus", subraya.
POR QUÉ ES TAN CONTAGIOSO
Ahora bien, detalla que hay varios factores que hacen que el virus del sarampión sea tan contagioso, señalando que por un lado que la dosis infectiva sea muy baja, o lo que es lo mismo, que no tienes que estar expuesto a una gran cantidad de virus para infectarte.
Por el contrario, dice que la cantidad de virus que expulsa una persona infectada es muy alta. "La combinación de estos dos factores son lo mejor para el virus y lo peor para nosotros. El sarampión es un virus respiratorio que se transmite por vía aérea, lo que facilita mucho su contagio. Los patógenos que se transmiten por contacto directo entre personas, por vía sanguínea, o por la ruta fecal-oral, tienen una extensión limitada y puedes evitar su diseminación; pero los de transmisión aérea pueden viajar más lejos y son mucho más difíciles de controlar, a no ser que vayas con una escafandra por la vida", advierte López-Goñi.
De hecho, en el libro menciona también que dos horas después de estar en un cuarto donde ha estado una persona infectada de sarampión si entra otra no infectada puede contagiarse, mientras que con el SARS-CoV-2 esto no ocurre. Y es que, según prosigue, una persona con sarampión transmite el virus al respirar, toser o hablar, y el virus puede permanecer en el aire durante un cierto tiempo.
Además, el investigador recalca que una persona con sarampión puede ser contagiosa durante unos ocho días, incluso antes de que se manifieste la enfermedad. "Antes de que te enteres de que tienes sarampión ya lo estás contagiando a otros sin que nadie se dé cuenta.
Otras de las características del virus del sarampión es que el virus se encuentra en todo el mundo, la enfermedad puede llegar a ser mortal, sobre todo en niños deprimidos y malnutridos. El hombre es su único hospedador y es un virus muy poco variable, del que solamente hay un tipo, y la inmunidad que causa es para toda la vida, sólo se pasa una vez, añade el catedrático de Microbiología.
Desde la Asociación Española de Pediatría recuerdan en este sentido que es una enfermedad vírica muy contagiosa y a veces grave, que produce fiebre alta con una erupción por todo el cuerpo, tos irritativa y conjuntivitis (ojos rojos). "También se ven puntos blancos con un halo rojizo en la mucosa de la boca, que sólo aparecen en esta enfermedad y que se denominan 'manchas de Koplik'. En ocasiones se complica con otitis, neumonía o afectación grave del cerebro (encefalitis)", detalla.
En los últimos años, aunque se buscaba su erradicación, la institución mantiene que están aumentando los casos en Europa debido a que hay niños y adultos sin vacunar y a que es una enfermedad "extremadamente contagiosa". "La falta de confianza en las vacunas y los falsos mitos sobre ellas son los enemigos de la desaparición de esta enfermedad en nuestro continente", apostilla.