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La hepatitis C es una enfermedad muy frecuente y supone la primera causa de enfermedad crónica del hígado en el mundo occidental y en España. Se estima que en el mundo existen entre 170 y 240 millones de portadores del virus de la hepatitis C y en España la prevalencia de la infección por el virus es del 1 al 2,7% de la población.
El hígado es un órgano vital situado en la parte superior derecha del abdomen, bajo el diafragma y protegido por las costillas. El hígado filtra y transforma las diferentes sustancias tóxicas que le llegan directamente a través de la sangre; produce la bilis para absorber las grasas de los alimentos; mantiene el equilibrio de la concentración de glucosa en la sangre; fabrica proteínas como la ferritina, el fibrinógeno, la protrombina y factores de coagulación; almacena vitaminas, minerales y azúcares; y ayuda al organismo a combatir infecciones.
Según explica la 'Guía de información para las personas portadoras de la Hepatitis C' publicada por la Asociación Catalana de Pacientes de Hepatitis, la Hepatitis C es una inflamación del hígado producida por la infección del virus de la hepatitis C. Cuando esta infección perdura más de 6 meses y se confirma la presencia en sangre del ARN-VHC (material genético del virus), se habla de hepatitis crónica C.
En la mayoría de las personas la enfermedad es asintomática aunque algunos de los síntomas que se pueden presentar son fatiga, inapetencia y dolor abdominal. El virus de la hepatitis C se ha clasificado en más de seis genotipos distintos en base a las diferencias genéticas y zonas geográficas mundiales y puede afectar a personas de cualquier edad, sexo y condición social. El genotipo tiene importancia clínica ya que interviene en el tipo de tratamiento, duración y respuesta. En la actualidad no existe una vacuna contra este virus.
La guía se estructura en forma de preguntas a través de las que se va exponiendo la información más útil para quien viva con la enfermedad o recién descubra que porta el virus. A continuación, Infosalus destaca alguna de las cuestiones más importantes para conocer la hepatitis C:
¿Cómo me he podido infectar?
El virus de la hepatitis C se transmite a través del contacto con la sangre de una persona infectada. La persona no infectada debe tener una herida abierta para que la infección se transmita. Existen dos vías conocidas a través de las que se ha podido infectar con el virus de la hepatitis C parenteral y no parenteral. La vía parenteral incluye transfusiones, cirugía, uso compartido de jeringuillas e instrumentos para inhalación de cocaína u otras drogas. Por la realización inadecuada de tatuajes, acupuntura, "piercings" y por la utilización de material no esterilizado o reutilización del de un solo uso. La vía no parenteral incluye la transmisión intrafamiliar, sexual y perinatal.
Si tengo una herida, un arañazo o alguna otra lesión en la piel, ¿puedo contagiar la hepatitis C?
Si precisa de una persona para que le efectúe la cura, indíquele que tome las precauciones para que no se manche con su sangre. A continuación coloque un apósito sobre la herida hasta la cicatrización. En caso de que hubiese manchado alguna superficie de sangre, tome las medidas sanitarias higiénicas habituales.
¿Qué accesorios no puedo compartir?
Evite compartir los utensilios de la higiene personal con otras personas, como el peine, el cepillo de dientes, la cuchilla de afeitar, el cortauñas y otros utensilios de manicura, porque puede producirse el contagio por pequeñas erosiones en la piel. No utilice sus jeringas y agujas para pinchar a otras personas, como es el caso de las inyecciones. Los tatuajes o "piercings" deben realizarse en centros que utilicen material de un solo uso. En prácticas de inhalación de drogas por vía intranasal, no compartir utensilios.
¿Qué hago si mi ropa se mancha de sangre?
La ropa la puede lavar junto con la de su familia, no necesita tratamiento especial, no hay riesgo de contagio.
¿Debo tomar precauciones con la vajilla?
No existe ninguna recomendación especial excepto si presenta heridas sangrantes o lesiones en la boca. En este caso deben lavarse los platos, vasos y cubiertos con detergente, agua caliente y lejía.
¿La saliva, el sudor y las lágrimas pueden transmitir el virus?
No existe ningún caso documentado de transmisión a través de la saliva, sudor o lágrimas.
¿Puedo transmitir la hepatitis al tener relaciones sexuales?
La transmisión sexual del virus de la hepatitis C es poco frecuente pero posible. La utilización de un preservativo elimina el riesgo de transmisión por vía sexual. Por este motivo, en el caso de que padezca una infección por el virus de la hepatitis C, deberá comunicar esta situación a su pareja sexual para, entre ambos, decidir la actitud que desean tomar. Si no tiene pareja estable, debe utilizar preservativo en todas las ocasiones.
Si estoy embarazada y me detectan la enfermedad, ¿puedo transmitírsela a mi hijo?
El riesgo de transmisión de la hepatitis C de la madre al recién nacido es bajo (3-5%). Está por determinar si la transmisión del virus de la madre al hijo se produce dentro del útero o en el momento del parto, tras el contacto de la sangre de la madre con la del hijo.
¿Puedo dar el pecho a mi hijo?
No hay evidencia de la transmisión del virus de la hepatitis C madre-hijo a través de la lactancia materna. De acuerdo con las directrices de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y la Academia de Pediatría, la infección materna por el VHC no es una contraindicación para la lactancia materna.
La madre infectada por el VHC debe abstenerse de amamantar a su bebé si está bajo tratamiento de Interferón, Ribavirina e inhibidores de proteasa ya que existe contraindicación.
¿Cuál es el tratamiento de la hepatitis C?
Cuando el tratamiento es necesario, el objetivo es la curación. La tasa de curación depende de algunos factores tales como la cepa del virus y el tipo de tratamiento que se dispensa.
El tratamiento de la hepatitis C está cambiando rápidamente. El sofosbuvir, el daclatasvir y la combinación de sofosbuvir/ledipasvir forman parte de los tratamientos preferidos en las directrices de la OMS, y pueden lograr tasas de curación superiores al 95%.
Estos medicamentos son mucho más eficaces y seguros, y mejor tolerados que los tratamientos antiguos. El tratamiento con antivíricos de acción directa (AAD) puede curar a la mayoría de las personas infectadas por el VHC y es más breve (normalmente 12 semanas).
Sin embargo, el interferón pegilado y la ribavirina siguen teniendo una aplicación limitada en algunas circunstancias en las que hay pocos datos que respalden los tratamientos únicamente con AAD. Aunque los costos de producción son bajos, los AAD antivíricos siguen siendo muy caros en muchos países de ingresos altos y medianos. Sus precios se han reducido drásticamente en algunos países (sobre todo de ingresos bajos), gracias a la introducción de genéricos.
¿Está contraindicado el embarazo durante el tratamiento?
Sí, ya que en general estos tratamientos son incompatibles con la gestación pues estos antivirales pueden producir malformaciones en el feto.
¿Puedo tomar el sol?
Durante el tratamiento con Interferón, Ribavirina e inhibidores de la proteasa debemos evitar el calor local y limitar la exposición al sol para minimizar la aparición de efectos adversos cutáneos. Se aconseja hidratar la piel y usar protector solar de alta concentración.