MADRID, 7 Ene. (EUROPA PRESS) - Un estudio dirigido por investigadores de Stanford Medicine (Estados Unidos) ha demostrado que la variación en la durabilidad de las vacunas puede atribuirse, en parte, a un sorprendente tipo de célula sanguínea llamada megacariocito, que suele estar implicada en la coagulación sanguínea. El estudio se publica en 'Nature Immunology'.