MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) - La artritis reumatoide, debido a su carácter crónico, implica costes significativos tanto directos, relacionados con la atención médica y el uso de medicamentos, como indirectos, ya que afectan a la productividad laboral y disminuye notablemente la calidad de vida, según la Sociedad Española de Reumatología (SER).