Ingerir alimentos refrescantes y ligeros, como frutas y verduras, ensaladas, sopas frías y batidos, y hacerlo de manera frecuente a lo largo del día contribuye a asegurar una nutrición adecuada en verano, época en la que suele disminuir el apetito, según ha apuntado la nutricionista de Blua de Sanitas Nuria Cañas Cano.