MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
La identificación de marcadores angiogénicos en el primer trimestre del embarazo, en especial el factor de crecimiento placentario (PLGF), permite evitar que se desarrolle la preeclampsia en el 60 por ciento de los casos, según expertos reunidos en el marco de la VII Jornada Nacional de Preeclampsia, organizada por Roche Diagnostics.
La preeclampsia es un trastorno hipertensivo característico de la gestación humana debido a una disfunción placentaria temprana. Consiste en la aparición más allá de las 20 semanas de hipertensión y proteinuria (una excesiva pérdida de proteínas por la orina), aunque no en todos los casos. Es una enfermedad grave tanto para la madre como para el feto, constituyendo la segunda causa de muerte materna y la primera de prematuridad por la necesidad médica de finalizar la gestación antes de tiempo.
Asimismo, los marcadores angiogénicos son parámetros bioquímicos que "indican que la placenta no está funcionando bien. Se debe tener en cuenta que la preeclampsia es fruto de una placenta disfuncional. Así, los marcadores angiogénicos serían un indicador precoz de esta insuficiencia placentaria, ya que están presentes incluso antes de que la enfermedad debute clínicamente", explica el jefe de servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario 12 de Octubre, Alberto Galindo.
El experto explica que la identificación de estos marcadores en la sangre de la paciente les permite anticiparse y saber con antelación qué paciente va a desarrollar un cuadro de PE en dos sentidos.
La identificación se realiza con la historia materna (antecedentes de PE en anteriores gestaciones, hipertensión, enfermedades autoinmunes, gemelos, etc.), con la medición de la tensión arterial, y con una ecografía para determinar el flujo de las arterias uterinas. Esta a su vez se realiza mediante una muestra de sangre, obteniendo el resultado en menos de una hora.
"En nuestro hospital, y en la mayoría de los hospitales españoles en las que se realiza la identificación de los marcadores angiogénicos se utiliza una plataforma automatizada de Roche Diagnostics", explica el doctor Galindo.
Cuando la identificación se realiza durante el primer trimestre de embarazo, los expertos recurren a la receta de aspirina a dosis bajas, reduciendo en un 60 por ciento el riesgo de que esa mujer haga una preeclampsia.
En el caso de que la paciente ya haya desarrollado la enfermedad, estos marcadores permiten, "tanto solos, como en combinación con otros parámetros, vigilar y tratar adecuadamente a estas embarazadas de alto riesgo", añade el doctor Galindo.
Según apunta la directora del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de la Santa Creu i San Pau, la doctora Elisa Llurba, las consecuencias de esta enfermedad se presentan como "manifestaciones de daño endotelial sistémico como puede ser aumento de transaminasas hepáticas, plaquetas bajas, hemolisis, y daño renal o cerebral, siendo la manifestación más grave la aparición de convulsiones que se conoce como eclampsia. Además, condiciona el bienestar fetal con un riesgo de hipoxia, restricción de crecimiento, prematuridad y muerte".
"Si se complica la enfermedad podemos vernos obligados a terminar el embarazo antes de término (el bebé suele ser habitualmente viable en el tercer trimestre), de no hacerlo así podría terminar en eclampsia o en fallo multiorgánico", afirma el jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario La Paz, Jose Luis Bartha.
Se ha visto que, aunque el diagnóstico de la PE "puede suponer una angustia inicialmente para la madre, por el riesgo asociado a esta condición, el ver que se pueden beneficiar del tratamiento preventivo y de un control más exhaustivo del embarazo mejora los niveles de ansiedad y están psicológicamente más preparadas ante las posibles complicaciones", concluye la doctora Llurba.